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domingo, 19 de julio de 2015

HORACIO HIDROVO PEÑAHERRERA

HORACIO HIDROVO PEÑAHERRERA


Escritor ecuatoriano; géneros de poesía, novela, relato, ensayo, cuento, crónica.  Ejerció la docencia en niveles medio y superior.

Paralelamente ha desarrollado en nivel internacional la Promoción Cultural en favor del país y de la cultura montubia en particular.

Nace en Vuelta Larga de Santa Ana, 24 de julio de 1931; hijo de Horacio Hidrovo Velásquez y Lila Peñaherrera.  Sus primeros estudios en la escuela Tiburcio Macías de Portoviejo.  Luego la secundaria en el Colegio Nacional Olmedo de la misma ciudad, obteniendo el título de bachiller.  El nivel superior en la Universidad de Guayaquil, Facultad de Jurisprudencia donde se incorporó como Licenciado en Ciencias Sociales.

Profesor especializado en Literatura y Castellano; título otorgado por el Ministerio de Educación. Diplomado en Administración de Asuntos Culturales de América Latina y el Caribe, Caracas 1978. Diplomado en Asuntos Culturales Brasil 1980.

Entre las distinciones:  Premio Nacional Benjamín Carrión; Consejo Nacional de Cultura, Quito. Premio Concurso Nacional de Poesía Ismael Pérez Pazmiño, Diario El Universo.  Condecoración Nacional al Mérito Cultural; gobierno Dr. Rodrigo Borja.  Condecoración Nacional al Mérito Literario; presidencia Dr. Oswaldo Hurtado.  Premio Nacional al Mérito Cultural; presidencia Arq. Sixto Durán.  Condecoración del Congreso Nacional; presidencia de Ing. Fabian Alarcón.  Candidato a Premio Nacional Eugenio Espejo.  2009 Premio Nacional Eugenio Espejo; presidencia Eco. Rafael Correa.  Condecoración Eloy Alfaro. Consejo Provincial de Manabí. Condecoración al Mejor Ciudadano; Municipalidad de Portoviejo.  Condecoración al Mérito Ciudadano; Municipalidad de Santa Ana.

Investido Doctor Honoris Causa: 2003 Universidad Eloy Alfaro de Manabí.  2008 Universidad Nacional de Tumbes, Perú.

Durante los estudios universitarios, su convicción ideológica de izquierda crecía y tomó partido en las manifestaciones contra el dominio político de la reacción encarnado por entonces en el gobierno de Velasco Ibarra.  En una de las protestas públicas fue apresado en Guayaquil en la década del cincuenta.

Siguiendo el ejemplo de su padre Hidrovo Velásquez regresó a la tierra natal  para cumplir con ella y con el país.  Le esperaba un campo de acción intensa requerida de gran energía.  En el recordado colegio Olmedo, la cátedra de Literatura abrió espacios contando con el apoyo total de un rector visionario; Manuel Palomeque Barreiro.  Aparece La Flor de Septiembre; evento para el análisis, desarrollo y difusión cultural con vigencia de varias épocas, sin parangón en el país y reconocido en todo el continente americano.  En mucho, expresión de un pueblo montubio.  Manabí, con extraordinaria diversidad geográfica y propia manifestación social, no solamente escenario montubio; también sede del debte sociocultural latinoamericano.  Asistencia de personajes con mente liberada.  Presencia de Galeano; lo que escribió después.

En 1997, mediante una "huelga de hambre", participó activamente en un paro decidido por la ciudadanía reclamando al poder central atención a las necesidades de Portoviejo.  Luego integró comisión designada para que se haga efectiva las asignaciones correspondientes.

A partir de la década del noventa abre un nuevo momento desde la cátedra de Literatura en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Mababí, institución que brindó incondicional apoyo y participación directa de su rector Medaro Mora Solórzano.  La gestión alcanzó gran agilidad con la ejecución anual ininterrumpida del Encuentro Internacional de Escritores, caso único en el país. Creación y funcionamiento  del Departamento de Promoción y Desarrollo Cultural con real capacidad de acción en áreas diversas como teatro, palabra oral montubia, ejecución editorial.  Planificación vigente con auténticos suscitadores y difusores manabitas que actualmente proyectan y cumplen un trabajo serio.

Profesor especializado, Propulsor e integrante de la Fundación Constantino Mendoza Moreira institución vigente en práctica y difusión de la música.

VIAJES Y REPRESENTACIONES
PRODUCCION LITERARIA


Considera días de la infancia en dura lucha de vida familiar y bandera social.  Poemario Frases de la Infancia.
En su mente el paisaje montubio; el hombre.
La raigambre ruralista de pequeñas ciudades.  Las esquinas de su gente.
Chispa y sensibilidad artística.  Personajes cotidianos de  las calles.
Didáctica y construcción de instrumentos para conocimiento de literatura manabita de todos los tiempos en contexto latinoamericano.
Trasciende el deber y compromiso social del intelectual más allá del académico.
El impulso o producción literaria por parte editoriales: Gregorio, Imp. Alarcón, Gráficas Ramirez, Cosmos, etc.
Trabajo gráfico como aporte indispensable: Angel Villavicencio, R. Cedeño, Nilo Yépez, Ivo Uquillas, etc.

Cumplió, amplió e intensificó proyecto trazado por Hidrovo Velásquez con proyección latinoamérica, partiendo del escenario y cultura montubia.

HIDROVO FRENTE A LA OPINIÓN  NACIONAL


Era la época en que los escritores producían condicionados ante la necesidad de ser observados y valoreados por los entonces emergentes críticos literarios, jueces finales y determinantes en la formación del canon de la literatura y poesía nacional.  La primera vez que la obra de Hidrovo Peñaherrera es escudriñada, a través de su cuadernillo Meridiano de Amor, editado en 1962, obtiene una valoración aliciente del crítico Rubén Astudillo.

"Es un poeta joven.  El más joven de Manabí y uno de los más jóvenes y más promisorios de la Patria.  Se halla en búsqueda de camino.  Está robusteciendo la garganta y los sueños, para el mensaje que habremos de decir mañana.  No es todavía - ni estaría bien pensarlo - un poeta maduro.  Pero los signos logrados en la obra que nos ha brindado testimonian -como Juan- el formidable empuje vocacional que mueve a Horacio Jr., y dan para esperar confiados, en la hora de la realización total de este buen decidor de los casos del Hombre... de la tierra y de la esperanza.

Gonzalo James Gez, comenta también en la contraportada de Meridiano de amor, la novel obra de Horacio Hidrovo Peñaherrera, escrita cuando el creador tenía 31 años:  "La poesía de Horacio Hidrovo (Junior) es poesía de este corte moderno, de tipo sugerente y simbolista, de excitación a la justicia social, tendiente al surgimiento de nueva era de comprensión colectiva, de paz humana, en equilibrio de vivencia, sin angustias ni dolor".

Ese mismo poemario, Meridiano de amor, es comentado por Enrique Noboa Arízaga, crítico que advierte entonces que "Horacio Hidrovo Peñaherrera nos ofrece una nueva muestra de su admirable temperamento lírico.  Esta vez con un poema de gran simplicidad donde los efectos poéticos son tratados con objetividad casi en forma plástica.  En efecto, "Los poemas del mar", son pequeñas "tarjetas postales de la vida marinera con un dejo de suave melancolía.  Hidrovo Peñaherrera tiene un gran porvenir.

Posteriormente Hidrovo Peñaherrera  aparece en la Lírica contemporánea de Hernán Rodríguez Castelo y en publicaciones tales como "Del Vanguardismo hasta el 50.  Estudio histórico, estilístico y crítico de la Poesía del Ecuador", de Rodrigo Pesantes Rodas, editada en 1999.  Pesantes Rodas coloca a Hidrovo como propulsor de la cultura en su provincia a nivel nacional e internacional:  "Poeta de voz equilibrada entre la denuncia social y la ternura, entre el amor repartido y compartido y las ráfagas de angustia; entre el albor del viento convertido en alas y los recodos de la historia.  La ductilidad del verso se ufana en las estructuras del lenguaje de sencillez emotiva y tonalidades testimoniales.  Un lirismo de asociaciones por imágenes directas y percepciones visuales, como en su poema

El libro Horacio Hidrovo Peñaherrera. Antología Poética.  Editado por la Univedrsidad Laica Eloy Alfaro de Manabí contiene buena parte de su producción poética.


(FLOR DE SETIEMBRE Y CULTURA MONTUBIAVeinte años de actividades ininterrumpidas, habían constituido ya a La Flor de Setiembre en institución latinoamericana de lo cual, seguramente las altas esferas culturales oficiales del país no se enteraban.

Eduardo Galeano de Uruguay y Fernando Alegría de Chile, unían sus nombres a la extensa lista de concurrentes al festival manabita.  No sólo corresponder a una invitación; el deseo de compartir en algo expresiones y momentos con gente de un conglomnerado social con actitudes propias en un sector geográfico diferente de Ecuador; es decir, su cultura y de la cual se hallaban informados.

Ultimamente apareció información periodística en el sentido que la  Real Academia ha decidido, según consta en la última edición, que la palabra montubio ahora debe ser escrita montubio, acudiendo a consideraciones que no vienen al caso y que se limitan al campo ortográfico.

"La lengua la hablan los pueblos" frase que nos repetía don Justino Cornejo Vizcaíno desde la cátedra de Castellano en la Facultad de Filosofía en la Universidad de Guayaquil.  El montubismo es una cultura, reconocida felizmente por el INEC y ante la pregunta específica de la boleta censal de 2010, cientos de miles ecuatorianos nos declaramos: montubios.

Cumpliendo encargo de los organizadores, en aquel setiembre de 1985, debimos recibir en el aeropuerto de Guayaquil a Eduardo Galeano.  En el atardecer y recorriendo el malecón Simón Bolívar, durante cinco horas fuimos ametrallados por preguntas sobre geogragía ecuatoriana y sus regiones, incluyendo Galápagos.

Antes de llegar al hotel asignado para pernoctar nos manifestó: habla con Horacio, mañana estaré en Manabí; aparte de intercambiar con los escritores, debo conocer los lugares, sus gentes.  Se conoce muchas anécdotas sobre aquella estadía.  Al poco tiempo circuló por el mundo su nuevo libro Memoria del Fuego III El Siglo del Viento 1986.  En su bibliografía, mencionando Un Hombre y Un Río y al cantón Santa Ana, comenta: "los manabitas han ganado fama de pocas pulgas, ningún dinero y mucho corazón".  Identificación percibida y reconocida pero ignorada, según parece, en las alturas de la educación, cultura y turismo.
Felicitaciones a la conciudadanía salitrense que seguirá declarándose montubia.  De nuestra parte, igual responderemos en el próximo Censo Nacional).
  José Hidrovo Peñaherrera

LA NARRATIVA

Otra de las vertientes creativas de Hidrovo, es la narrativa, en su forma de novela, relato y cuento.  Publica conjuntamente con otros autores de la región". Doce cuentos manabitas, en 1966.  En 1979, logra su primera novela Se Vende una Ciudad; y más tarde en 1981 entrega Tauras o muertos que están vivos.  Vivir un Amor acoge otra de las formas de producción literaria del autor, caracterizada por la crónica elaborada en prosa poética, acompañada por versos.  En la línea de cuento-relato, produce Pedro Cometa, en el año 2001.

La narrativa de Hidrovo Peñaherrera está atravesada por la misma matriz perceptual de la poesía, que tiene como su objeto principal el mundo rural.  Sin embargo, existe una diferencia evidente entre la poesía y la narrativa; la primera tiene la perspectiva bocólica y por lo tanto su objeto es persistentemente la naturaleza; la segunda; tiene como su centro a la sociedad campesina y en otro caso a la urbana, y por lo tanto se ubica dentro de la tendencia de la literatura social, aunque con cierto deje del realismo mágico.  Tauras o muertos que están vivos recoge el tema de la violencia y el fenómeno del caciquismo político, como factor causal de un problema regional de tipo histórico.  Y se vende una ciudad, plantea el problema de un sociedad urbana, que de acuerdo a los críticos, es Portoviejo, la capital de su provincia natal, Manabí.  Nelsón Estupiñan Bass, poeta y escritor esmeraldeño, contemporáneo a Hidrovo Peñaherrera, dice sobre esta novela corta:

("Manabí tiene un egregio plantel de novelistas, que constituye un timbre de legítimo orgullo para la patria; Horacio Hidrovo Velásquez -El Buen Pionero, cuyas huellas en el alma, el aire y el suelo manabitas se oyen y ven a la distancia -Othón Castillo Vélez, Luis Félix y Oswaldo Castro Intriago, cuyas obras caminas hoy por diversas latitudes, mostrando una cantera del Paìs y su agobiado, pero esperanzado y optimista, habitante).

Ahora el grupo se ensancha y engrandece con el reciente ingreso de Horacio Hidrovo Peñaherrera, de larga y brillante trayectoria en la Poesía, quien acaba de lanzar su primera obra de ficción, titulada Se Vende una Ciudad publicada casi simultáneamente con su enjundioso ensayo sobre La Novela Manabita y su identidad Regional.

Personajes como Manuel Velásquez (militante político de izquierda, profesor, tenedor de libros, escritor, que rehúsa, con suprema alrivez, los oficios religiosos en el enervante momento de la muerte), Pedro Velásquez (el niño de la infancia triste), Nelson Molina (el hijo abandonado, estudiante con deseos de ser alguien sufrido por el amancebamiento de su madre), Temistócles Moreira (factótum sombrío, cacique absoluto de Caña Verde), el Dr, Patricio Moncayo (que deviene agiostista, vampiro que succiona la escasa vitalidad de sus pobres "clientes"), el "Juez" Rigoberto Alvarado (polítiquero arribista, sin escrúpulos), Vicente García (amanuense condenado injustamente por un desfalco que nunca cometió), Ruth (muchacha ingenua amante de un mendaz político). Mr. Bood (el Mesías que ofrece maravillas, como en los cuentos de Las Mil y una Noches) y otros personajes más conformar el pintoresco contexto de la obra-  Verdaderamente hermoso su remache, donde junto a la ternura innata del poeta, resuena, como la onda de un ciclón, la maldición contra el sistema.

LA REGION

La literatura propiamente dicha es un hecho comunicativo, que utiliza la escritura como soporte y en el que "se descubre una voluntad de forma, que privilegia las funciones emotiva, apelativa y poética del lenguaje...", más allá de las funciones metalinguísticas.  Como tal, este fenómeno se rastrea tardíamente en la región Manabí, con respecto a otros espacios como Quito, en los que se desarrolla tempranamente la escolástica y después la Ilustración en el siglo XVIII.  Entre los diversos géneros de la literatura moderna, en Manabí se expresa primero la poesía, desde finales del siglo XIX, al mismo tiempo que nace el intelectual como actor fundamentalmente letrado perteneciente a una elite regional,

Desde el siglo XIX Manabí se convierte en una región agro-exportadora, acoplada al emergente capitalismo mundial, esencialmente rural, con un modelo de poblamiento disperso, donde finalmente no se desarrolla el fenómeno de la urbanización. En este marco emergen los primeros intelectuales:  Ya en el periódico El Eco de Manabí, que se imprimía en Montecrísti en 1880, se reproducen largos textos sobre "Estudios filológicos", temas inherentes a los nuevos patrones gramaticales;

"TODAS LAS VOCES EN UNA
(Geografía que no se Enseña
José Hidrovo Peñaherrera)
Aquella fusión por siglos de nativos y españoles, en Manabí se manifestaba a través 
de sociedades asentadas en montañas o al pie de ellas. Consolidadas descendieron
por los pequeños ríos hasta los valles.
Con su modos de vida, también poesía, prosa, arte musical.  Allí Jama, Canuto, Chone,
Calceta, Río Chico, Portoviejo, Vuelta Larga, Jipijapa.
En nuestra infancia alcanzamos oir a Filemón Macías.  Después en Guayaquil, José 
"loco Pepe" Solórzano nos contaba sobre el duo formado con don File en años mozos.
También lo hicieron Gonzalo Navas, Ansberto Barcia.  Irían apareciendo en el territorio
provincial por aquellos tiempos Osvaldo Mendoza, Enrique Peña. Nicolás Alarcón,
Federico Larrea, A, Aray, Bowen, Villafuerte, Chong, Delgado, Cedeño, Campos, Moreira,
Brito, M.A: Rivadeneira, Los Villao, Los Erazo, los estudiantes y tantos; expresión
musical que no se apaga.
         Surgía una melodía Elizabeth Mera estimulada y con el calor familiar.  Espacio 
e ilusiones acompañando.  Los hermanos Mera integran una sociedad musical que en
varias décadas no conoce la fatiga.
Aquella noche de julio 2015 en el Auditorio Municipal, la cadente voz de Elizabeth no sólo
llenó todos los espacios; también contagió a los presentes que entusiasmados acompañaron.
Sintetizaba la magia musical nuestra, porque los pueblos son los que cantan.
La inspiración no camina sola, se acompaña de situaciones del entorno social.  Además,
en Elizabeth, la práctica y profesión médica fortalecen sus decisiones; son concepción y
misión de vida interminable que se proyectan. Siembra el arte en su descendencia; Marcela
y Alejandra (Toquilla) son respuesta y realidad que no enorgullece.  La música y el hombre
no mueren.
No solo su melodía para agradar al pueblo, también instrucción profesional en Salud
Pública.  Ambos caminos para valorar, enaltecer la vida."




Tatiana

A mi hija, en sus quince años.
Desde el más íntimo círculo donde se agita mi sangre.
En el primer nacimiento de mi grito perenne.
Desde cuando tu llanto fue amor y fue ternura.
Desde tu primera palabra que rompió en el viento.
Buscando la arquitectura de tus primeros pasos
donde quedaron las huellas de tu vuelo inicial.
Desde cuando tu nombre tuvo el color de la manzana
y se hizo canción en mis mañanas.
Desde cuando tu sonrisa se quedó en los pañuelos del crepúsculo
y tus manos eran pequeñas cometas
atrapando los colores de la tarde.
Desde ese abril que se hizo fiesta en mis auroras,
que tuvo el idioma de las mariposas, 
que fue como los peces saltando el horizonte.
Desde cuando tus sueños tuvieron la estatura de las catedrales
y te creció la palabra como rosa en primavera.
Hija mía, crecimiento azul.,
palabra repetida en mi memoria.
Hoy te escribo este poema,
desde el vértice de mi ternura que se quedó en mi infancia, 
como pájaro niño que no pudo volar,
por eso me nacen las palabras
y por eso construyo tu nombre
con todos los idiomas de la tierra.

Epílogo

La guerra es lo único que no cambia de máscara

Pero el hombre de hoy
debe caminar
sobre un continente firme.
De seguro que nuestros hijos
nacerán de pie.
Entonces, en vez de una calle ancha
para un mitin en llamas, 
crecerán nuevas voces,
nacerán nuevos himnos.

Mi tía Rosa


La Tía Rosa era buena.
Tenía la mansedumbre de la hierba
y conocía el idioma de las aves.
La Tía Rosa fue abuela, madre hermana, hija.
A pesar que tuvo puertos sin océanos
y que le llovía tristeza en el alma,
su palabra era canción en las mañanas.
La Tía Rosa fue la Tía de todos los sobrinos.
Era la mesa que siempre compartimos,
aunque a veces el pan tuvo un dolor de ausencia.
Qué buena que era la Tía Rosa.
Tenía manos para guardar lirios y jazmines
y una ternura metida en las pupilas.
Ahora que ha muerto la Tía Rosa,
la Tía más bella de la tierra,
que no habrán sábados ni domingos, 
en cada casa nuestra,
en la casa de todos los sobrinos,
compraremos flores blancas,
como su nombre que sabía la canción de mayo.

HISTORIA FUNDACION CONSTANTINO MENDOZA MOREIRA 

Por: Dr. Víctor Manuel Cedeño Mieles

La noche del 16 de julio de1999 Portoviejo se vistió de gala como en sus mejores tiempos; el paraninfo de la Universidad Técnica de Manabí lucía abarrotado con la presencia de hombres y mujeres maduros, que se habían dado cita para espectar y disfrutar de un acto que prometía mucho tanto en lo artístico como en lo cultural... el homenaje que recibiría ese gran caballero de la canción romántica ...el Ing. Alberto Cedeño Dueñas por su dilatada trayectoria en el mundo artístico, por su servicio a la patria ocupando diferentes cargos públicas y por la exitosa vida deportiva en sus años juveniles.  Aquella noche desfilaron por el escenario entregando lo mejor de sus interpretaciones sus amigos artistas y poetas, además los representantes de diferentes instituciones que se sumaron al acto hicieron entrega de sendas placas de reconocimiento.  Fue una noche memorable.

A los pocos días de ese acontecimiento el Ing. Alberto Cedeño Dueñas convoca a una reunión en su hogar a los amigos actores del evento mencionado y es así que con la presencia del Lic. Horacio Hidrovo Peñaherrera, Lic. José Mendoza Medranda, Ing. Antonio Bermúdez Alcívar, Sr. César Maquilón Vera, Ing. Jorge Parreño Alcívar, Dr. Víctor Manuel Cedeño Mieles, Ing. Daniel Mera Martínez, Ing. Jorge Mera Martínez, Lic. Elizabeth Mera Martínez, Dr. Igor Mera Martínez, Lic. Hernando Mendoza Bravo, Sr. Kléver Romero Parreño, Dr. Pío Cedeño Torres y Sr. Horacio Cedeño Zambrano, propone que este grupo de ciudadanos debe mantenerse unido a través de una fundación que propenda en la noble tarea de fomentar, auspiciar y desarrollar todas aquellas actividades que tengan que ver con las manifestaciones culturales y artísticas.  Todos los presentes estuvieron de acuerdo y se conformó una directiva provisional presidida por el Ing. ALberto Cedeño.  Se autoconvocaron para una siguiente reunión donde se presentaría un borrador de estatutos para propender a legalizar la vida jurídica de la naciente organización.

Fue así como el 30 de septiembre de 1999, siendo Ministro de Bienestar Social el Arq. Guillermo Celi Dávila, se emite el Acuerdo Ministerial por el que se crea la fundación "Constantino Mendoza Moreira", siendo su primer presidente para el período 1999-2001 el Dr. Víctor Manuel Cedeño Mieles ante la excusa que presentó  el Ing. Alberto Cedeño, por lo que sus compañeros socios fundadores resolvieron nombrarlo Presidente de Honor Vitalicio.
En los años subsiguientes la fundaci{on organizó y participó en importantes eventos culturales y artísticos que hicieron sentir con fuerza su presencia en la ciudad y la provincia.  Además, en convenio con la Universidad San Gregorio se fundó el Conservatorio "Constantino Mendoza Moreira" que posteriormente quedó bajo la exclusiva responsabilidad de la universidad para estar a tono con las disposiciones de la Ley de Educación.  A la par de ello, se fueron sumando como socios de la fundación varias personalidades del quehacer cultural de la ciudad entre ellos han prevalecido hasta la presente el Arq. Kendru Guerrero, la Lic. María Elena Mendoza Vélez y el Ing. Galo Villalba Perero.
Cabe mencionar que en su oportunidad también han dirigido la fundación como su presidente el Ing. Antonio Bermúdez, el Lic. Hernando Mendoza, la Lic. María Elena Mendoza, el Ing. Jorge Parreño y el Dr. Igor Mera Martínez como su actual presidente.
La fundación "Constantino Mendoza Moreira" tiene un espacio ganado en el ámbito de la música y la cultura tanto en Portoviejo como en Manabí, sin embargo sus socios son conscientes que para mantener es prestigio y si fuera posible acrecentarlo, se debe acometer en más actividades que permitan continuar con la difusión de los valores literarios y musicales existentes en la provincia.  Los miembros de la fundación saben que tienen ese reto, además sería como una manera de rendir homenaje a los compañeros socios fundadores Antonio Bermúdez Alcívar, Alberto Cedeño Dueñas y Horacio Hidrovo Peñaherrera que en su momento se adelantaron en el viaje a la eternidad.



VERSOS PARA UN SILENCIO ENAMORADO
Hasta cuándo esta vieja costumbre
de guardar las palabras.
Y hasta cuándo
la misma puerta cerrada
diciéndome que no.
No más silencio,
No más candado en tu puerta.
No más silencio en mi silencio.
Quiero hablarte
como hablan los pájaros
mientras surcan la tarde;
Quiero hablarte
como los caracoles
en su diálogo íntimo;
como dos banderas
flameando en un mismo puerto.
Y para que tú me oigas
subiré a las colinas
y gritaré mil palabras
pronunciando tu nombre.
Y para que tú me oigas
le pediré al viento
que detenga su marcha.
Es que quiero liberar
esta palabra ahorcada
que apenas tiene seis letras
y que es todo un diccionario.
Es cierto, ya no quiero callarme,
llenaré de palabras el viento;
compraré con tu nombre
no sé cuántos pañuelos;
buscaré caracoles
para guardar tus sonrisas.
aunque el mar se quede como un niño
que no tiene juguetes.
Ya vez, he izado las banderas,
he puesto flores en los balcones,
corté lirios
para tus manos blancas;
le robé a los pájaros
su canto mañanero;
fui a la fuente
y le robé su música.
Y lo que es más,
compré flores negras
para mi viejo silencio.


SE LLAMA PIEDAD
Ahora que tú no estás
y que son largos los caminos,
me siento a conversar con el viento.
Y en el viento encuentro tu palabra,
y en el viento encuentro tus pañuelos
y en el viento encuentro
la montaña de tu aliento.
Ahora que tú eres un recuerdo
que pasa por mi esquina,
que eres un sábado
marchándose en silencio,
busco en los árboles
la palabra esperanza,
Ahora que tú no estás,
te llamo repetidas veces
y tontamente me contento
con escuchar mi propio eco.

Horacio Hidrovo Peñaherrera
mayo, 1970





1 comentario:

  1. Excelente recordatorio para la eternidad, de la vida y obra de un gran manabita, como lo fue Horacio, mi amigo.

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