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viernes, 5 de febrero de 2016

Región y Cultura
     La historia de la humanidad resulta de la constante interacción del espacio natural con las sociedades, complementada por hechos y modos de vida; es la cultura.
      Frente al océano Pacifico un territorio continental con paisaje de montañas, grandes y pequeños ríos, asiento de pueblos precolombinos; todo un proceso de milenios.
       Violenta presencia española determinando impacto en todos los órdenes; productivo, social, cultural. Surgen nuevas expresiones; suma y resumen que al paso de los siglos dan lugar a la cultura montubia.
       De las siete actuales provincias costeñas ecuatorianas el territorio de cuatro; Manabí, Los Ríos, Guayas, El Oro enmarcan proceso sociohistorico evolucionado, con ciertos matices particulares determinados por elementos específicos como son ríos caudalosos en un caso o la cercanía de apreciables montañas en otros.
       En Manabí la montaña no es todo pero si mucho. Allí están las cabeceras de pequeños y numerosos ríos: Pata de Pájaro, Mancha Grande, Roncón, Trueno, Membrillo, Canuto, Sánchez, Mosquito, Pescadillo, Jama, Mariano y tantos. Nervio y vida de conglomerados dispersos. Descensos tortuosos acompañados de senderos vivificados por el tránsito de mulares para llegar a placidas propiedades agrícolas medianas.

       Limitados caminos de polvo o lodo, según la época del año. Se explica la importancia del equino incorporado por los españoles. Hidrovo Velásquez percibió y dio alma a los caminos: ¨Como pedirle más a los caminos, si por ellos pasaron la inquietud y el cansancio, la alegría y la pena….¨. Y nos dice Elías Cedeño Jerves ¨Mira cual cruzan vertiginosos, de nuestro cielo bajo el turquí, esos jinetes de la bravura, son los montubios de Manabí…¨. Durante el evento de la Flor der Septiembre, Eduardo Galeano estuvo en Manabí. Luego en su libro Memoria del Fuego 1987, sobre los montubios manabitas expreso: ¨ pocas pulgas, poco dinero, mucho corazón ¨.

        Los ríos en el plano, apareciendo las copiosas lluvias, aumentaban el caudal y eran surcados por alargadas ¨balsas¨ de guaduas atadas con bejuco y timoneadas por palancas; sucesivos saludos a pueblos sonrientes de la orilla, principalmente en sábados, día de feria.
        Los Ríos y Guayas en la cuenca baja del rio señorial y la apreciable contribución de vertientes subandinas en la masa fluvial del Babahoyo, recibiendo después al Daule, con menor volumen y de régimen costeño. Todo un verde horizonte de arrozales y lechuguines. Ignacio Carvallo Castillo no se resiste y exclama ante el paisaje y su habitante: ¨embriagado de selvas y de rio, brilla el machete de  ascua liberal. Canta en voz resonante su amorfino; flecha y fuego que cruza el lodazal.
        Allí surgieron y crecieron pueblos ribereños en medio de bosques Paloprieto arrasado por causa del auge bananero. Mocache, Zapotal, Catarama, San Juan, Palenque, Baba, Pimocha, Jujan, Colimes, Salitre, Laurel, Samborondón, Daule, etc. En su tiempo Rafael Blacio Flor dijo: ¨montubio salve, para ti la gloria, coronas tejerán sobre tu frente; con rojas letras te dirá la historia; de mis hijos el montubio es más valiente¨.
          El Oro, con su estrecha faja litoral plana incrustada de estribaciones andinas, recibe el beneficio fluvial del Jubones y Buenavista, para fortalecer las raíces sociales.
          La montaña, el rio, la lluvia, los caminos envían su mensaje; el montubio le responde . El intelectual debe entender y difundirlo; es su papel.
           Aquellos campesinos que son cráneo y pecho liberados rompen el viento; también cantan y bailan para robustecer todo una cultura sin sucumbir ante el embate de la tecnología. Algunos hombres, décadas atrás salieron por sus fueros. En alguna calle de Guayaquil, encuentro casual. Rodrigo Chávez González aprovecha la oportunidad para convencer al barítono Guido Garay se inicie en la interpretación y bailes montubios; propuesta inesperada y aceptada atendiendo los argumentos de Chávez. Este sabía que allá al pie de las montañas choneras se encontraba la persona clave para vializar y realizar la idea. Manuel de Jesús Álvarez desde joven había cumplido estudios musicales y se impuso la tarea de rescatar música y danzas montubias arreglando partituras en indicaciones específicas. Inteligente y generosamente Álvarez las cedió. Se había iniciado momento histórico en la recuperación y difusión musical. Rodrigo y Guido decididos e incansables; manos a la obra. Tres nombres que merecen el reconocimiento nacional y sientan las bases de la integración regional.
        Varias causas han determinado dispersión de la población montubia, pero el montubio es arraigado y no desperdicia oportunidad para visitar la tierra natal.
        Con ocasión de los censos nacionales 2010, cientos de miles ecuatorianos declararon su condición montubia. Sin embargo, se maneja soterradamente una campaña dirigida a ignorar o minimizar su cultura. Mientras cantamos a las manos que tejen la toquilla, nos hacen olvidar el sombrero Montecristi favoreciendo imitaciones para la exportación. En base de equivocadas consideraciones gramaticales se emite la decisión de escribir la palabra con v dentilabial y se pretende imponerla. No podemos olvidar las palabras de don Justino Cornejo en el aula universitaria: ¨las lenguas la hablan los pueblos¨. Si los eruditos no piensan así es asunto personal de ellos; nosotros tenemos presente que el tema es cultural y somos consecuentes. Cultura montubia; expresión social. No tiene dueño, no es vitrina ni debe ser manipulada. Hagámosla respetar.
       Entendemos que las acciones deben ser claras y terminantes:
Notificación al Instituto de Estadísticas y Censos, ante la cercanía del próximo evento 2020.
       Hacer conocer las resoluciones de este Encuentro a la Presidencia de la Republica y Ministerios de Educación, Cultura, Turismo y Ambiente. Prefecturas involucradas.
       Implementación y realización de Seminarios y Talleres sobre Geografía en las provincias Guayas, Los Ríos, Manabí, El Oro.
       Reedición inmediata de obras autorías Manuel de J. Álvarez, Rodrigo Chávez, Guido Garay, Sergio Cedeño, Horacio Hidrovo P., Alejandro Guerra, Wilman Ordóñez, German Arteta, Víctor H. Varas y otros. Poemas y partituras correspondientes.
      El tema intercultural de la Constitución del Estado tiene carácter nacional y así debe ser concebido y tratado.
      Una clarinada; en 1950 Hidrovo Velázquez había escrito su ensayo Geografía Que No Se Enseña que editamos en la Comisión de Patrimonio Nacional de la Universidad de Guayaquil 1981. Allí el autor afirma: ¨ por esto el hombre debe buscar para su región un puesto de honor en la marcha de todos los pueblos de la patria¨.

Dr. Jose Hidrovo Peñaherrera